Diego Mendez
Grado 11
El equipo de fútbol acababa de terminar su última práctica de la temporada, y los jugadores se sentaron en círculo alrededor del entrenador, el Couch Mario. Coach Mario,es un hombre de mediana edad con una gorra gastada por el sol y la experiencia, se puso de pie y miró a cada uno de sus jugadores. Su voz resonó firme, pero con un toque de humildad. “Chicos, esta temporada ha sido una montaña rusa. Tuvimos victorias importantes, y también enfrentamos derrotas duras. Pero eso es el fútbol, ¿verdad? Quiero que sepan que estoy orgulloso de cada uno de ustedes. Dicho esto, sé que podemos mejorar. Y estoy aquí para prometerles que la próxima temporada, vamos a ser un equipo aún más fuerte”. Señalando hacia el campo. “Primero, vamos a trabajar en la precisión de los pases. Hubo momentos en los que perdimos oportunidades solo por no conectar correctamente con el balón. Vamos a practicar más, a ser más precisos y conscientes de nuestros compañeros en el campo”. Los jugadores asintieron, recordando los momentos en que pases mal dados costaron goles. “Segundo,” continuó Mario, “la defensa. Necesitamos ser más sólidos atrás. Nos metieron goles que podríamos haber evitado con una mejor organización. Vamos a trabajar en la comunicación, en saber cuándo presionar y cuándo retroceder”.Varios defensores intercambiaron miradas, sabiendo que era un área clave para mejorar.“Y finalmente,” dijo Mario con una sonrisa, “vamos a enfocarnos en la mentalidad. Quiero que entrenemos no solo el cuerpo, sino también la cabeza. Hay partidos en los que perdimos el enfoque cuando las cosas no iban bien. Eso va a cambiar. Vamos a ser un equipo mentalmente fuerte, que no se rinda, que siga luchando hasta el último segundo”.La pasión en su voz fue contagiosa. Los jugadores sintieron la energía y la motivación creciendo dentro de ellos. “Esto no es solo por ustedes, es por nosotros como equipo. Por cada hora que hemos dedicado a este deporte, por el esfuerzo que hemos puesto en cada entrenamiento. El próximo año no solo vamos a competir, vamos a dominar”.Con esas palabras, el Couch Mario terminó su discurso. Los jugadores se levantaron, aplaudiendo y chocando las manos entre ellos, listos para lo que el futuro les deparaba. Sabían que la próxima temporada sería diferente. Sabían que, con su Couch liberándose, serían imparables.